22/7/11
Llegando a Vaison, después de pasar por el amfiteatro Romano, donde Bea ya había supervisado el montaje de sonido y Justo el de luces -ya que Pau y yo estavamos viajando des de Marruecos-, es la hora de cenar y de ir al hotel a dormir, bueno, no los de luces, que tienen que ir a enfocar hasta la madrugada, es lo que tiene hacer bolos al aire libre, que hasta que no anochece no se puede empezara enfocar.
A media mañana empiezan los ajustes de sonido. La mesa que tengo en monitores es la Midas Siena, justo la que me alegrava que no nos pusieran en Marruecos… Pero con calma y los ecualizadores gráficos externos se llega a buen puerto, faltaría menos (aúnque cuesta más…).
La zona chill-out de los camerinos con algunos miembros de la Compañía y fotos de la función des del lateral del escenario.
Y ya está, plis plas, qué gusto de bolo, cero complicaciones, cero problemas. Una birra antes de irse a la cama en la terraza del hotel y a punto de regresar a casa después de una semana fuera.